Los medios impresos muestran la mayor diversidad de todos, en términos de propiedad y contenidos. Comprenden desde diarios hasta revistas semanales, desde periódicos noticiosos hasta publicaciones para intereses especiales y de lo más disímbolos. Para los efectos de esta publicación, el interés se centra en los diarios, si bien muchas de las normas y observaciones también son aplicables a otro tipo de medios impresos.
Aún en situaciones en donde el gobierno controla una buena parte de los medios de telecomunicación, los medios impresos usualmente se ubican en manos privadas. Es posible que las principales excepciones sean los sistemas autoritarios o dictatoriales donde es poco probable que la celebración de elecciones libres figure en la agenda. Pero también hay países, como algunos del norte de Europa, donde se brinda un subsidio público a los periódicos para procurar la diversidad política de la prensa. En países que van saliendo de regímenes dictatoriales, los donantes de ayuda a menudo subsidian diarios privados con un propósito similar. Sin embargo, los periódicos obtienen, por mucho, sus principales ingresos de publicidad y ventas (siendo usualmente los de publicidad mucho más significativos).
El ideal de un "cuarto estado" o "cuarto poder" - los medios como fiscalizadores del gobierno-, es quizá más efectivo en los medios impresos que en las telecomunicaciones. Es probable que al menos algunos periódicos de cualquier país conduzcan una investigación seria de la información o comenten de una forma relativamente profunda o sofisticada los acontecimientos políticos. Esto no siempre es cierto en el caso de la radio y la televisión.
Aún así, los periódicos suelen tener su propia agenda política, que no siempre es democrática. Un ejemplo notable fue el del diario chileno El Mercurio, que realizó una abierta campaña en contra del gobierno elegido en 1973 y a favor de un golpe militar -un caso evidente en que la prensa lamentablemente no promovió el pluralismo político. Sin embargo, el argumento usual es que la existencia de distintos diarios que reflejen las distintas opiniones asegurará un público mejor informado y un libre intercambio de las ideas políticas.
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